LOS COMERCIOS DE LA PLAZA REDONDA A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX

La Plaza Redonda de Valencia, antaño Plaza del Cid, es uno de los espaciosa comerciales más singulares de la ciudad, muchos lectores nos habéis pedido que lo tangamos en cuenta y por esta razón en nuestro libro Comercios Históricos de Valencia versión 2017, os hemos incluido dos de sus comercios más emblemáticos: cerámica Colla Monlleó y cerámica La Casa de los Botijos.

La plaza ha cambiado mucho. Desde su construcción fue primero un espacio popular y algo insalubre, poco agradable como zona comercial, evolucionó después sin perder su raíz y sabor popular hasta convertirse en un espacio bullicioso y pleno de vitalidad y hoy es una referencia turística en la que la hostelería convive con las tradicionales hilaturas y tiendas de cerámica.

Vista aérea con la plaza en el ángulo inferior izquierdo

A principios del siglo XX la plaza ya era un espacio que conjugaba lo comercial con lo social. En el interior de su recinto estaban abiertos al público 17 establecimientos muy diferentes entre sí. La hostelería reclamaba una porción importante del espacio con la presencia del Café La Orensana, y de las horchaterías propiedad de María Segarra y de José Nacher. Esta última era un gran establecimiento que ocupaba nada menos que cuatro números de la plaza, del 9 al 12.

Las tiendas de loza y cerámica diversa representaban otra de las actividades predominantes dichas tiendas eran a su vez otro del recinto. Algunas de dichas tiendas eran a su vez alfares familiares que vendían al público las creaciones del maestro alfarero que en ellas atendía. Tres tiendas se dedicaban a esta actividad a nombre de Andrés Piera, Antonio Carpintero y Vicente Martínez.

Cacharrerías y quincallerías también representaban una porción significativa, con otros tres locales dedicados a tales actividades. Los regentaban Ramón García, Juan Fernández y Cayetano Casañ. Esta tiendas eran auténticos bazares en los que podía encontrarse, a precio razonable, una amplia gama de objetos cotidianos.

Las tiendas relacionadas con la avicultura eran la última pervivencia del pasado de la plaza. A principios del siglo XX las tiendas de pollería y huevería se encontraban en retroceso y la plaza se había convertido en un espacio mucho más salubre que invitaba al descanso en sus cafés y horchaterías. El comercio relacionado con la avicultura estaba en retroceso pero aún ofrecía algunos buenos ejemplos de lo que fue: Ramón Monleón tenía una fábrica de jaulas, Francisco Valero una pajarería, Vicente Jimeno vendía caza y aves de corral, lo mismo que Vicente Ramón, Cayetano Torrent tenía una huevería a la que ya dedicamos un artículo en el blog.

Las jaulas de aves vivas fueron durante décadas un elemento que caracterizaba a este ámbito comercial

Este cuadro comercial lo completaban dos tiendas de vinos regentadas por Joaquín Martínez y por Lamperto Estellés y una solitaria peluquería, la de Bartolomé Domingo.

Otros artículos sobre comercios en la Plaza Redonda: Casa Torrent

Aprovechamos para recordar que ya está a la venta Comercios Históricos de Valencia versión 2017 con 20 comercios nuevos y muchos de nuestros clásicos con algunas revisiones. 

Os invitamos a su presentación el próximo domingo 26 de noviembre en la FNAC San Agustín de Valencia... ¡OS ESPERAMOS!








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