FOTÓGRAFO JULES DERREY. PLAZA DE SAN FRANCISCO NÚMERO 7


Jules Derrey Beccard, nacido en Troyes (Francia), llegó a España en 1871, instalando un estudio en la ciudad de Barcelona. En el año 1875, Derrey se establece en Valencia y se asocia con el también fotógrafo Manuel Toledo Mata, que llevaba apenas un año en la ciudad del Turia. Ambos establecen su gabinete principal en el número 4 de la calle Hierros de la Ciudad, bajo la denominación “J. Derrey y M. Toledo, fotógrafos”. Aparte de trabajar en Valencia tenían sucursales en la calle Pontífices, 8 de Segorbe y en la calle Nueva, 29 de Alzira. Ambas delegaciones funcionaban solo de forma temporal, con motivo de encargos o efemérides concretas, pues la demanda en ambas poblaciones no bastaba para mantenerlas abiertas todo el año.



La asociación entre Derrey y Toledo se disolvió en 1882 pues Toledo abandona Valencia en tanto que Derrey se instala en el número 1 de la calle Albelló (después llamada calle Bonilla) que había pertenecido a “La Fotografía Americana” aprovechando de este modo las infraestructuras que esta empresa había utilizado. El gabinete de la calle Hierros de la Ciudad fue adquirido por otro ilustre de la fotografía valenciana: Federico Vela. Derrey no logró estabilidad pues en años posteriores tuvo otras sedes ocasionales en la calle de las Barcas, 14 (acaso asociado con Jacinto Lozano) o, según menciona José Huguet  en la calle Nicolás Salmerón, 7, frente a la antigua Estación del Norte y el Gran Teatro. Siempre en los últimos pisos, o en plantas elevadas para aprovechar la luz en una época en la que aún no existe luz eléctrica.



El año 1877 es importante en la vida de Jules Derrey: se establece en una zona más céntrica y abre su estudio en la plaza de San Francisco número 7, que con el tiempo llegará a ser también su residencia personal, circunstancia que revela que prospera en su negocio pues deja de ser mero inquilino para convertirse en propietario. Es entonces cuando Jules Derrey, hasta entonces mero fotógrafo entre tantos otros, adquiere notoriedad en la ciudad. Forma parte de la Junta Municipal de Valencia entre 1888 y 1890 en calidad de vocal, cargo que se elegía a propuesta de los vecinos.

Se publicita como “el primer fotógrafo en Valencia”, lo que no es jactancia pues es honra concedida por el propio Gremio de Fotógrafos el 21 de noviembre de 1889. Algunos historiadores ponen en duda este hecho puesto que no queda constancia documental de tal concesión entre los acuerdos de dicho gremio ni aparece referencia alguna en la prensa local de la época, siempre atenta a las noticias de sociedad.




Agresivo en su publicidad, ese año se publicitaba en El Mercantil Valenciano de la siguiente forma: “retratos ¿por qué pagar en otra parte retratos cuatro veces más de lo que valen, cuando el primer establecimiento en Valencia los puede tener mejores y más baratos? No retratarse sin visitar antes el establecimiento de Julio Derrey, primer fotógrafo en Valencia. Plaza San Francisco 7 principal”. Además de agresiva, la publicidad era poco o nada veraz pues por una parte la dignidad de “primer fotógrafo” es como hemos visto cuestionable y en segundo, porque el anuncio era anterior a la supuesta concesión de tal honor de lo que cabe concluir que no se trataba más que de una artimaña publicitaria que además no fue el único en emplear pues sin ir más lejos Federico Vela decía de sí mismo otro tanto.

El 16 de julio de 1890 hace propaganda del “retrato Princesa”, de pequeño formato (50 x 90 mm) que promociona sin recato alguno de la siguiente forma: “una clase de retratos nuevos en Valencia, de nombre Princesa, lo mejor y más barato de cuanto se ha visto hasta hoy”. Contra lo que el lector pueda pensar vistos los antecedentes resulta que para variar en este caso Derrey decía la verdad, pues hay acuerdo entre los especialistas a la hora de considerarlo inventor de este tipo de retratos fotográficos.

Derrey orientó su trabajo hacia las clases populares, alejándose en ello del mercado elitista al que orientaban otros fotógrafos de renombre tales como Antonio García. Derrey no dudaba en  competir en precio y en promocionar su negocio a través de periódicos locales de gran tirada con anuncios contundentes en los que empleaba un lenguaje directo y popular: “el que mejor condiciones tiene, el que más clientela reúne, el que más operarios dispone y el que más barato trabaja” Los errores gramaticales son originales del anuncio y acercaban el lenguaje publicitario de Derrey al habla popular.



Sobre la fecha y motivo por las que cesa sus actividades en Valencia, corren varios rumores. Algunos dicen que falleció pero no recibió sepultura en Valencia, pero Federico Gimeno, descendiente de Francisco Gimeno Gil, fotógrafo ayudante de Derrey que compró el estudio tras el cese de su actividad, asegura que la desaparición de Derrey tiene un origen algo más truculento pues según él: “Juanita, la hija de Derrey se dedicó a ejercer actividades poco edificantes para el honor de la época”, según declaró en una entrevista concedida al historiador especialista en fotografía, Cáncer Matinero.

La fecha de estos sucesos que desembocaron en la precipitada marcha de Derrey es un misterio aunque debieron acaecer antes de 1894. Posiblemente y según los especialistas entre 1890 y 1892, año en el que traspasó el negocio a Francisco Gimeno, según se cree, por la cantidad de 3000 pesetas y a condición de que mantuviese la denominación comercial “Julio Derrey”, razón por la cual la firma Derrey se mantuvo años después de la marcha de su fundador, gestionada de forma anónima por los Gimeno.


Durante su carrera Jules Derrey fue galardonado con la medalla de oro de la exposición Internacional del Trabajo de 1873.

De los textos: copyright Gumersindo Fernández Serrano y Enrique Ibáñez López



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