Paraguas Vizcaíno. Calle Barcelonina, 4

Paraguas Vizcaíno. Calle Barcelonina, 4


Cartel publicitario del comercio.
A poco de iniciarse la década de los años veinte abre sus puertas en Valencia la tienda y fábrica de paraguas "F. Vizcaino", propiedad de Fernando Vizcaíno Iñigo, su fundador y que ha pasado a la posteridad no solo por la marca de paraguas que resguardó a los valencianos de la lluvia durante cuatro décadas sino por ser además, padre del abogado, escritor e intelectual Fernando Vizcaíno Casas, fallecido en el año 2003.

Tarjeta comercial
En 1920 vemos ya abierta su tienda de la plaza de Emilio Castelar (plaza del Ayuntamiento) donde atendía en los números 1 al 8. En su trastienda además, realizaba remiendos y composturas de paraguas. Eran tiempos en los que arreglar las cosas seguía saliendo a cuenta, y quien compraba un paraguas lo hacía con ánimo de que le durase toda la vida, por lo que salvo que los daños sufridos fuesen irreparables, estos instrumentos pasaban a menudo por el taller.

Cabecera de factura
En pocos años se hizo necesario ampliar el taller por lo que el negocio se desdobló: tienda de venta al por menor por un lado y fábrica / taller por otro, pues Vizcaíno da el salto a la fabricación de paraguas, al punto de que su marca "F. Vizcaino" y el elefante que le servía de logotipo pronto se convirtieron en referencia y sinónimo de distinción y calidad. Competía con varias empresas locales entre las que destacaba la de Arturo Carbonell y Requena, pero también con otras foráneas, como la barcelonesa fábrica de paraguas de Pío Rubert Laporta.

Caja de sombrilla
Varias fueron las sedes de la tienda que pasó por las calles y plazas de Emilio Castelar, Barcelonina y Hermanas Chabás. La fábrica  pasó por Pi y Margall (Ruzafa) y ya en los años cuarenta en la calle Hernán Cortes, a la vista de la comercial calle Colón. Además de paraguas Vizcaíno vendía también bolsos, carteras y otros complementos.


Anuncio publicitario para radio (audición)

Pero sí algo ha hecho a esta firma merecedora de la inmortalidad no son tanto las cuatro décadas durante las que contribuyó a evitar a los valencianos los rigores de las gotas frías y las tormentas otoñales sino la pegadiza y exitosa mazurca, compuesta como cuña radiofónica y cuya pegadiza melodía constituyó en 1934 un sensacional éxito de marketing para la firma. La campaña publicitaria fue idea de la agencia de publicidad IDEAS EYA, con letra de Enrique Yuste y música de B. Monterde y tuvo tal alcance que, saltando de la radio para la cual estaba pensada, fue reproducida en disco y su partitura, impresa y comercializada para permitir que orquestinas y compañías musicales la incorporasen a su repertorio.
Partitura de la Mazurka "los paraguas Vizcaino".
A falta de relevo generacional (pues Fernando, hijo de Federico, se dedicaba con gran éxito a otros menesteres) los paraguas Vizcaíno "señora, lo más fuerte y lo más fino" nos dejaron para siempre en 1966.

Pequeño espejo publicitario
Autores: Gumer Fernández y Enrique Ibáñez.


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