¿Qué fue de...? Salazones Bonanad

Fue en pequeño establecimiento, dedicado en origen a la venta de salazones aunque en sus últimos había diversificado su oferta como ultramarinos. Ocupaba una pequeñísima planta baja en un antiguo edificio-obrador situado en el número 3 de la calle del Trench.

Tal y como explicamos en el libro Comercios históricos de Valencia, fue fundada en 1882 y desde entonces había sobrevivido como una de las tiendas de ultramarinos más antiguas de la ciudad. Así fue al menos hasta 2018 pues la familia que la regentaba decidió emprender una nueva etapa, poniendo fin de esta forma a nada menos que 136 años de historia.

Como siempre explicamos, el comercio es adaptación al entorno y a la sociedad. El turismo ha contribuido a dinamitar la trama comercial histórica de Valencia, las tiendas de barrio tradicionales dejan sitio a establecimientos orientados a satisfacer la demanda del turista. Es lo que los urbanistas podrían denominar gentrificación comercial.

Así fue Salazones Bonanad

¿Qué demanda el turista? pues de forma sorprendente no demanda autenticidad, ni productos o lugares genuinamente típicos. Lo que demanda en Valencia es el mismo producto barato y vulgar que se puede encontrar en cualquier otro lugar, cambiando la pegatina "Salamanca" "Barcelona" o "Sevilla" por una en la que ponga "Valencia" a la que con algo de fortuna se habrá añadido una naranja o cualquier otra estupidez tópica.

Ir de turismo a un lugar para adquirir las mismas tonterías inútiles que se pueden comprar en cualquier otro lugar, en establecimientos calcados y decorados según los mismos patrones y convenciones ¿el turista es siempre idiota?.

¿No sería más lógico comprar en aquellas tiendas que son únicas y singulares, exclusivas del lugar que se visita?

Por suerte Salazones Bonanad no ha acabado convertida en otro badulaque repleto de toros de plasticuzo y quincallería china adobada con logotipos pirata de clubes de fútbol. Se ha convertido en una pequeña tienda de moda femenina. Nuevos tiempos, nuevos productos.

Desaparece así el último reducto de autenticidad de la maltratada calle del Trench, hasta no hace tanto caracterizada por sus tiendas de barrio, y sus pequeños ultramarinos. Es difícil, al recorrerla hoy, pensar que te encuentras en el popular barrio del Mercado, pues por desgracia es ya una de esas calles que podrías encontrar en cualquier parte.










Entradas populares