Fábrica de baldosas hidráulicas, piedra artificial y cerámica La Valenciana de Juan Martín. Calle Llano de Zaidía nº 3.

Fábrica de baldosas hidráulicas, piedra artificial y cerámica  La Valenciana de Juan Martín. Calle Llano de Zaidía nº 3.

Año 1957. Fuente: http://valenciadesaparecida.blogspot.com.es/
Comparativa actual. fotografía Ángel Martínez. http://valenciadesaparecida.blogspot.com.es/
En el tránsito del siglo XIX al siglo XX  establece en la calle Llano de Zaidía  Juan Martín una fábrica de baldosas hidráulicas, piedra artificial, cemento Portland  y cerámica en el número 3, cerca del puente de San José y la calle Dr Olóriz.

Esta zona era tradicionalmente de marcado carácter industrial ya que antes de que se derribaran las murallas se establecieron grandes industrias madereras a este lado del río con la finalidad de evitar pagar los aranceles que se hacía obligatorio para entrar maderas dentro del recinto amurallado.

Por lo tanto en esta zona de Valencia perduraron desde el siglo XIX gran cantidad de industrias relacionadas con la construcción de madera (dedicada a la construcción tradicional) y con el desarrollo del cemento y las nuevas técnicas constructivas con fábricas  de cementos y cerámica. Así en 1905 en la calle Llano de Zaidía  aún perduran:

Las carpinterías de Rafael Falcó en el número 18, la de Nicolás Primitivo Gómez Serrano en el número 6 y 8, o la de Bautista Navarro en el número 19.

Varias fábricas de construcción de máquinas y otra fábrica de baldosas hidráulicas competencia de Juan Martín que se encontraba en el número 28.

Esta concentración industrial favorece el establecimiento de Juan Martín en esta zona y hace que persista hasta al menos los años sesenta del siglo XX. Si bien es cierto que el suelo de la fábrica fue compartido por otros socios o arrendado a otros comerciantes. Así en el mismo número que la Fábrica de baldosas hidráulica La Valenciana también desempeñaron actividad el tratante de ganados de Juan Ginesta (1914),  la fábrica de piedra artificial de José Pellicer (año 1931), la fábrica de cola líquida de Francisco Requeni (en 1945)., o un almacén de alimentos para aves en 1959.

Ejemplo de baldosa hidráulica antigua en Valencia.
 Fuente: http://geometricadomestica.com/tag/geometria/page/2/
El desarrollo de las baldosas hidráulicas , que está a caballo entre la producción preindustrial y la época industrial viene aparejado con las invenciones en las nuevas técnicas constructivas y decorativas que se dieron a lo largo del siglo XIX . En especial con el invento del cemento llamado Portland  patentado por Joseph Aspdin y James Parker en 1824, o la mejora del cemento moderno efectuada por Isaac Johnson en 1845 mediante la mezcla de caliza y arcilla y calentadas a alta temperatura. el último invento que beneficiará el desarrollo de la fabricación de baldosas hidráulicas será  la invención de la prensa hidráulica  en 1868.

La baldosa hidráulica era un producto de carácer decorativo y funcional que se elaboraba en las siguientes fases:

1.- En una capa de 3 mm se realizaba la cara decorativa de la baldosa que mediante una trepa o molde se añade una solución de marmolina, cemento blanco y pigmentos. Esta será la capa decorativa.

2.- Luego se añade dos capas: una capa compuesta  de cemento que absorbe la humedad y otra capa de  cemento y arena que provoca la adherencia al suelo o pared. Estas dos capas hacen una baldosa de un grosor  de unos dos 2 centímetros de espesor y con varias medidas  estándar aunque solían ser de 20 x 20 ctms.

3.- EL compactado de la pieza se hace por medio de la prensa hidráulica.

4.- El fraguado se conseguía sumergiendo las piezas en agua durante 24 horas.

5.- Por último  se producía el secado de las piezas al aire libre durante 28 días. Así se producía en serie un material de construcción relativamente económico y que no precisaba de la cocción en horno como ocurría con la cerámica.

Indicar que la fábrica de Juan Martín sobrevivió a la posguerra  momento en que la calle Llano de la Zaidía se renombró durante unos cuantos años calle del Poeta Mommeneu, para pasar a denominarse otra vez con su nombre primigenio. Su última razón social fue a nombre Martín Hermanos y Ruiz en 1966. Indicar que tuvo una sucursal en Toledo situado en el camino de San Antón número 1.


Autores: Enrique Ibáñez y Gumer Fernández.






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