Destilería Benedito, calle San Vicente, 141
En la década de 1880, Ramón Benedito abrió una destilería en el Camino
Real de Madrid, en el término municipal
de Benetússer.
El Camino Real, que arrancaba como continuación de la calle
de San Vicente, representó uno de los ejes de expansión de la industria
periurbana de la ciudad de Valencia. Los caminos que se dirigían a la ciudad
garantizaban buenas comunicaciones; inmediatez al núcleo úrbano, principal
centro de distribución y consumo y suelo rural abundante, poco o nada
urbanizado y por tanto más económico y menos constreñido por las necesidades
derivadas del desarrollo urbano.
Etiqueta de anis Murciélago elaborado por la sociedad
Benedito y Marzal
Fuente: OEPM
Benedito ha sido considerado uno de los promotores de la
industrialización del municipio de Benetússer y de su entorno gracias a la
apertura de su destilería y el prestigio que sus productos llegaron a alcanzar,
que le hizo merecedor de la consideración como “proveedor de la Real Casa” que
lucirá orgulloso en el etiquetado de sus botellas de licor.
En torno a 1897 Benedito se asocia a otro licorero, Marzal,
en la gestión de la destilería. Al tiempo, Benedito abre una licorería desde la
que despacha sus productos, en la calle San Vicente número 141. La sociedad con
Marzal se disolvió pronto y tras el fallecimiento de este sus herederos siguen
camino aparte. Tal vez por ello a partir de 1905 Benedito cambia varias veces
de sede industrial: Alfafar, calle de Pi y Margall nº 31 (Valencia) o calle de
Alfredo Calderón nº 3 (Valencia) esta ultima en torno a 1914; mantiene además
el despacho en la calle de San Vicente.
Nuez de Kola de Destilería Benedito
El prestigio acumulado por sus licores lo llevó a figurar
entre los expositores de la Exposición Regional Valenciana de 1909. Entre sus
productos se contaban jarabes variados, anís, coñac, ron o licor de nuez de
cola, que promocionaba como tónico digestivo apropiado para el tratamiento de
problemas gástricos y del que llegó a patentar una fórmula exclusiva con la que
trataba de diferenciar la suya de otras bebidas de cola. Entre sus marcas, se
contaban “El Murciélago” (anis), “Licor
Higiénico Benedito”, “Nuez de Kola” (bebida de nuez de cola), “Benedito”
(coñac), “Jamaica” o “La Española” (ron). Producto de la sociedad con Marzal en
sus primeros años fueron otras como “Anís Franco-Espagnol”
Modelo registrado de etiqueta para la marca
"Licor Higiénico Benedito"
Fuente: Archivo de la OEPM
La competencia era dura. En torno a 1927 y solo en el
entorno de Benetússer se contaban nueve destiladores, entre los que se
encontraba la prestigiosa industria de “Anis el Lorito”, con sus
características botellas con forma de la citada ave. El consumo de bebidas
alcohólicas, ya de por sí culturalmente arraigado, era estimulado mediante la
promoción de supuestas propiedades higiénicas y digestivas que en algún caso
llegaba al extremo de pretender que ciertas bebidas anisadas poseían
propiedades para la prevención y tratamiento del cólera. Al calor del
crecimiento de la población de la ciudad de Valencia y de su entorno,
estimulada por la progresiva industrialización, las destilerías encontraban
terreno abonado para vender sus productos sin grandes restricciones.
Ramón Benedito falleció en 1930. Sus sucesores continuaron
con la empresa tras su defunción pero esa… será otra historia.
Autores: Enrique Ibáñez y Gumer Fernández
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